lunes, 3 de septiembre de 2012

FINAL DE ETAPA EN MI PUEBLO








Foto propiedad de Fata Morgana

Pues no, no es running ni soy yo. Es Contador persiguiendo a Purito, en un vano intento de ganar la decimosegunda etapa de la Vuelta Ciclista, que terminó en el mirador de O Ézaro, pueblo donde veraneo desde hace muchos años. Para que se hagan una idea, los últimos dos kilómetros tienen esta "pequeña subidita" desde donde se ve el mar hasta desde donde está sacada la foto:
foto propiedad de Fata Morgana
En fin, no tengo más idea de ciclismo que la que me toca a nivel usuario: manillar, pedales y poco más, pero como la historia era en "mi" pueblo y mi marido y yo habíamos comentado cien mil veces en los últimos años lo guay que era la subida al mirador para hacer un final de etapa, pues nos liamos la manta a la cabeza y decidimos subir a ver la llegada de los ciclistas. Evidentemente, a patas, pues la carretera estaba cerrada al tráfico desde horas antes. Como ya somos medio hijos adoptivos de la villa y conocemos atajos, en vez de comernos el repecho con el 23% de pendiente (sí, han leído bien: 23), decidimos subir por otra ruta, más larga pero más tendida también. Aún así, las agujetas me duraron tres días, y eso que estoy acostumbrada al ejercicio. Dos horas y media antes del evento ya estábamos aposentados en una piedra rompeculos de la que no me moví hasta que pasó el coche escoba. Por lo menos tenía buena vista, aunque tuve que sacar todas las fotos con zoom y unas cuantas moscas cojoneras, como pueden ver. Lo que me lleva a preguntarme ¿por qué coño la organización de la vuelta permite a los mirones interferir tantísmo en el recorrido? Si yo fuera Purito y no me estuviera muriendo subiendo el repecho, creo que se me habría ido un remo, de verdad. Sólo vallaron los últimos quinientos metros. Y no porque la guardia civil no recordara al respetable, con malísimos modos por cierto, que había que echarse para atrás. Especialmente bochornosa fue la actuación de los picoletos, que montaron en cólera y amenazaron con porras porque una bandera de cierto partido galeguista hizo acto de presencia entre el público. De las dos horas y media que hice oposiciones al culo cuadrado, sin duda me quedo con esto:

fotos propiedad de Fata Morgana
¿Han visto? Pues el hombre intentó subir el repecho unas cuantas veces, lo consiguió a la séptima. ¡Bien por él! Nos entretuvo un montón la espera y creo que hasta los pocos perros que allí había lo aplaudieron. No es para menos.

Bueno, no es la primera vez que veo el paso de la vuelta ciclista, pero nunca me había chupado una caminata cuesta arriba para hacerlo. Como siempre, me ha quedado una sensación agridulce: tanto tiempo esperando para que pasen en un pispás. Peor en mi caso, que lo vi todo a través del objetivo de mi cámara. Por lo menos, disfrutaremos con las imágenes.




















2 comentarios:

  1. ¡Un lugar precioso y un artista el monociclista! :O
    Con lo que me gusta a mí la Vuelta y que nunca he visto pasar ni el pelotón! Debo de ser de las pocas personas que no se echan la siesta con la retrasmisión (aunque no la veo todos los días, todo hay que decirlo)
    Mira, igual este año me animo y voy a ver la contrarreloj del último día en Madrid, ya veré ;)

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  2. A mí un año me pasó por debajo de la ventana y hasta me dio tiempo de ver la calva de Jose María García, jajajaja. Anímate, habrá mogollón de gente pero merece la pena. Bss

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