lunes, 13 de mayo de 2013

VEINTIDÓS MESES CORRIENDO: GANO UNA MEDALLA

 Ustedes imagínense la escena:
-¡Mamá, mamá, mamá, he ganado una medalla de atletismo en el cole!
-¿No me digas, hija? ¡Qué bien!
El asunto tendría un pase si la ganadora en cuestión no tuviera cuarenta y siete añazos ¿verdad? Pero el caso es que así llegué yo el viernes por la tarde a casa de mi madre, que se partía de risa viéndome tan entusiasmada. Nunca ha entendido del todo nuestra afición al running.
En fin, que este último mes he continuado con mi filosofía del NPN, lo que se traduce en la práctica en semanas siguiendo puntualmente el plan de entrenamiento y semanas pasando de todo si llovía, que llovió. En una de mis salidas pude hacer realidad mi sueño de correr en Ourense por la ribera del Miño, lástima que el calor fuera francamente insoportable. Tuve que pasar una semana en el dique seco por lo maltrecha que quedé de los diez kilómetros de La Coruña 42, así que no entrené demasiado, todo sea dicho.
Con mi compañero Fernando, antes de empezar

El maratón do Salnés es una carrera escolar (3,73 km) que se viene celebrando en Portonovo todos los años. Ésta era la vigésima edición y yo ya la había corrido el año pasado con los alumnos de mi cole de 3º y 4º de la ESO. Este año fuimos con los de 1º y 2º. Acuden colegios de toda la comarca y está muy concurrido. La parte mala es que el trazado es bastante horroroso, con un par de cuestas de éstas que empiezan tendidas y al final tienen un repecho que te cagas. Y no lo compensas con la cuesta abajo, no... al contrario, tienes que ir frenando la inercia porque las piernas no dan para más.
El año pasado me encontré con la desagradable sorpresa del trazado unida al calor insoportable, pero este año ya sabía a lo que me enfrentaba, la experiencia es un grado. Y un vientecillo del nordeste anunciaba que la cosa iba a ser menos sacrificada que el año anterior. Además, esta vez corrí sola, en la anterior edición iba marcándole el ritmo a una alumna. Y es de esas carreras odiosas que das dos vueltas al mismo circuito, lo que yo llamo el "Síndrome del dejà-vu chungo", así que te comes cuatro cuestas sí o sí, dos de ellas al lado de la meta para entrar en la ídem arrastrándote como una puta serpiente, sin la menor elegancia y con nula dignidad. Véase si no cómo pasé la primera vuelta, que parezco Lina Morgan:


Bien, mi intención era la misma que en todas las carreras que he corrido este año: hacer menos tiempo que el año anterior. Ésta la había terminado en 27'30'' hace doce meses y conseguí rebajar tres minutos y acabar en 24'15". No estoy satisfecha con el resultado, en las demás carreras, siendo más distancia, he conseguido bajar entre cuarenta y cinco segundos y un minuto, pero ya digo que las cuestas malditas son muy poco agradecidas y sólo conseguí acortar treinta segundos por kilómetro. En fin, menos da una piedra. El recorrido transcurrió como de costumbre: rodeada de chavales que salieron como toros en los sanfermines y pincharon al empezar la primera cuestita, para rehacerse milagrosamente a los trescientos metros de la meta. Yo corrí todo el tiempo, sin quemarme demasiado, la verdad es que a lo mejor podría haber sufrido un poco más, pero no tenía ganas. Al final crucé la meta con bastante presencia de ánimo, teniendo en cuenta que iba con un pulmón en cada mano:


llegada a meta
 Y cuando las chicas del control de meta me pusieron la medalla al cuello, no me lo podía creer. "¿Pero es para mí?" repetía sin cesar. Es la primera vez en mi vida que gano algo en una competición deportiva, no os podéis imaginar la ilusión que me hizo, aunque fuera en una carrera tan cortita, estaba como si hubiera acabado la maratón. ¡Mi primera y probablemente última medalla! Se la dediqué a Marta, la alumna con la que había corrido el año pasado. Cuando salieron las clasificaciones vi que había quedado de cuarta en mi categoría... por los pelos me quedé sin trofeo y sin podio. Casi mejor, no creo que mi maltrecho corazón hubiese soportado tanta emoción. A lo mejor el año que viene...



mi medalla, mi tesoro...
Lo mejor, las felicitaciones y los aplausos de los alumnos que habíamos llevado. Muchos de ellos llevaron medalla también, y algún que otro trofeo.
En fin, que sólo me queda una carrera para terminar la temporada: será la del Cáncer en La Coruña el 26 de mayo y espero poder ir y hacer mejor tiempo que el año pasado. ¡Y qué poco me queda para mi runneraniversario, sólo un par de meses! Tengo que ir pensando en cómo lo celebro. ¿Alguna sugerencia?






4 comentarios:

  1. Cuando he leído Portonovo, inmediatamente he pensado en las cuestas, me acuerdo que estábamos buscando una farmacia y al ver la cuesta que teníamos que subir seme pasaron todos los males y pasé de farmacia. Ya puedes decir sin ningún recato que eres UNA CAMPEONAAAA!!

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  2. ¿Sabes, Esther? Creo recordar vagamente que durante el recorrido se pasa por una farmacia, jajaja, te lo juro. Pues eso, un trazado muy poco adecuado para una carrera escolar, me fue imposible bajar de 6'30". Gracias por tu felicitación, guapa.

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  3. Bieeeennnn !!!! y si el trazado es asqueroso mas mérito tienes !!!!

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