miércoles, 11 de enero de 2012

SEIS MESES CORRIENDO: VOLVIENDO A LA CASILLA DE SALIDA



Como dicen en mi pueblo: pasó el día, pasó la romería. Atrás quedó la San Silvestre y ahora queda una sensación de vacío, como diciendo: "¿Y ahora qué hago?" Tenía un poco perdida la perspectiva. Yo empecé a correr para estar en forma de cuerpo y mente, no para competir, teniendo en cuenta además que un perro cojo corre más rápido que yo.
Pero, por otro lado, el preparar alguna prueba es un gran incentivo, ése que te hace salir los días que hace un frío que pela o que jarrea que te cagas. Aunque sólo sea con el objetivo de acabar una carrera, como hago yo. La sensación de euforia de los días siguientes, con la satisfacción de haber pasado la prueba, es como una maldita droga, droga que actúa como bálsamo para las diecisiete mil agujetas que te impiden dar un paso sin parecer Robocop. Ahora llega el momento de reflexionar, y mi reflexión es la siguiente: he conseguido mis dos primeros objetivos sin esforzarme ni sufrir, sólo a base de disciplina, eso es lo único que he tenido que poner de mi parte: ocuparme de salir a correr tres días por semana a un ritmo tranquilo, sin intentar mejorar la velocidad ni el tiempo.
Ya dije en una entrada de mi otro blog que hay dos fechas al año en que todo se vuelve buenos propósitos, las mismas que coinciden con los lanzamientos de estúpidas colecciones por parte de las editoriales y con el overbooking de tripas cerveceras en los gimnasios: septiembre y enero. Así que yo me he hecho también mis buenos running-propósitos: de aquí a tres meses, correr diez kilómetros. Con objetivo a la vista: carrera popular el 15 de abril. Y para eso hay que entrenar distancia y velocidad. La distancia es cuestión de correr cada semana un poco más hasta llegar a los 10.000 metros, que es básicamente lo que he venido haciendo hasta ahora, ir aumentando metros hasta llegar a los ocho kilómetros. La velocidad es otro cantar, porque no puede echarse uno al paseo con el firme propósito de hacer la distancia de siempre más rápido sin morir en el intento. Así que no me queda otro remedio que volver a los comienzos, allá por julio, qué lejos queda ya: combinar andar y correr o, en otras palabras: combinar correr despacio con correr rápido. Lo que los expertos llaman fartlek o cambios de ritmo. Consiste el asunto en correr a tu ritmo y durante un corto período de tiempo correr a toda hostia, cosa bien desagradable por cierto. Empecé corriendo 30 segundos y andando un minuto y eso es lo que voy a volver a hacer dos días a la semana: correr rápido 30 segundos y despacio un minuto, o hasta que recupere un nivel aceptable de pulsaciones, e ir subiendo poco a poco. Dentro de un mes me haré un nuevo test de Cooper, a ver si he conseguido rebajar mis patéticos tiempos. Por lo de pronto, después de seis meses mis pulsaciones en reposo ya han bajado, lo cual quiere decir que el ejercicio ha sido efectivo para mi salud cardiovascular, que no es poco.

2 comentarios:

  1. 7000 kcl, más o menos 1k, yo no corro por los tiempos, voy con pulsómetro mirando las calorías, si el aparato no funciona, no puedo correr, en la S.Silvestre me decían los que iban conmigo que cantase (como el gordo de navidad) las pulsaciones, y yo cantaba las calorías gastadas, y que "susto", 300 canté, y me dijeron , "para, para, que te mueres",

    Lo estás haciendo muy bien
    http://www.youtube.com/watch?v=s5J5QGP28ng

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  2. Bueno, ya te dije que cada metabolismo es un mundo y que la quema de calorías que marca el pulsómetro es totalmente orientativa. Media hora corriendo quema unas 200, el equivalente a media tableta de chocolate. Te diré que yo en seis meses no he adelgazado nada, aunque sí me ha cambiado el cuerpo para bien: tengo mucho más músculo. También es verdad que no he dejado de comer todo lo que me daba la realísima gana, sobre todo dulce e hidratos en general. Yo siempre llevo pulsómetro porque tengo casi 46 años y fumo, no mucho, pero fumo, y me interesa sobre todo hacer un buen entrenamiento cardiovascular y acostumbrar el corazón poco a poco al esfuerzo. 300 pulsaciones creo que no las puede tener ningún ser humano, Paloma, jajaja. Gracias por el vídeo, guapa. Bss

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