lunes, 21 de mayo de 2012

CONTRA EL CÁNCER CORRO... Y NO ME CONOZCO

Tenía que ir... ¿a quién no le mola una carrera solidaria? En mi caso estaba más que motivada: el cáncer se llevó en su día a mi padre y a mi hermano, así que... ¡a dejarse las piernas! A pesar de estar toda la semana hecha un pus, con restos de gripe, cansancio y un poco de mala leche.


El dorsal que me tocó en suerte me pareció premonitorio y así se lo dije a mi marido. El objetivo, pues ése: correr a 7:00 el kilómetro. Es decir, 5 kilómetros en 35 minutos. En la última simulación que había hecho sobre esa distancia no había conseguido bajar de 37 minutos. No sabía yo que algo me iba a dar alas a los pies. La convocatoria fue un éxito: muchísima participación, un día precioso, ni frío ni calor, no hacía viento, un sol estupendo y el paisaje incomparable ¿qué más se puede pedir? Y eso que hasta esa misma mañana el pronóstico anunciaba frío y lluvia. La organización pidió que todos lleváramos la camiseta solidaria puesta y la mayoría obedeció sin rechistar.

Mi marido no corría esta vez, así que por una vez cambiamos los papeles y él se encargó del reportaje fotográfico. Yo, por mi parte, había quedado para correr con mis amigos Paloma y Antonio, que se ofrecieron amablemente a ir a mi ritmo a pesar de que saben que soy una tortuga coja. Gracias a ellos la carrera se me pasó en un pispás. Esta vez, decidí que era mucho mejor hacerme amiga de la de la pistola en vez de pelearme, como el día del maratón. Así que nos sacamos una foto para la posteridad




 Nunca había corrido acompañada y la experiencia fue todo un éxito. No sólo por ir entretenida (aunque yo poco podía hablar) sino también porque Antonio nos iba marcando el ritmo e incluso nos tuvo que frenar en algún momento por un exceso de entusiasmo. Cuando quisimos acordar, ya estaba ahí la meta.

Total, que de los 35 minutos que me había planteado, me sobraron 3. ¡Por fin he conseguido meterme en los 6 m por kilómetro! Mi marido casi se pierde mi llegada, me esperaba un poco más tarde. Así que me dijo: "está claro que todavía no te conoces". Y le di toda la razón. Va a resultar que puedo correr un poco más rápido de lo que yo pensaba. Y eso abre todo un mundo de posibilidades ¿verdad? A pesar de haber corrido a bastante más de lo que tengo acostumbrado, fue una carrera de lo más cómoda, sin demasiado cansancio y sin el menor dolor de piernas. ¡Un éxito! 

2 comentarios:

  1. Lo narras de tal manera que parece un paseo, muy sencillo de hacer... me alegro ver que ya ves el resultado de tu esfuerzo !!!
    Besos

    ResponderEliminar
  2. A mí la verdad es que se me hizo de lo más asequible. Hubo tramos en los que sufrí, claro, pero mucho menos que la semana anterior siendo más distancia, por ejemplo. En cuanto al dolor de piernas, ayer no, pero hoy... están dando un poco el coñazo, jaja. Gracias por tu visita, Lore. Un besazo para toda la familia.

    ResponderEliminar