jueves, 18 de julio de 2013

DOS AÑOS DE RUNNER: ¿EMPIEZA LA ERA 3.0?

Increíble pero cierto. Este mes he cumplido veinticuatro meses corriendo, cosa que no me habría creído jamás ni en mis mejores sueños. Esto de poner un pie detrás de otro a cierta (y ridícula) velocidad me ha traído inmejorables beneficios, de los buenos, no de los que se llevaba el señor Bárcenas: cuerpo ligeramente musculado, mejor salud, buena respiración, un romance eterno con la disciplina y un puñado de buenos amigos. ¿Qué más se puede pedir? Seguir así y no tener lesiones. Tras este momentazo así como de secta, paso a resumir mis últimos y algo penosos doce meses. La historia de cómo empecé a correr y tumba y dale no la vuelvo a contar. La tenéis en la entrada del aniversario del año pasado. 
 ENTRENAMIENTOS: Mal. No estoy contenta. He hecho muchísimo el perraco. Desde el 12 de julio del 2012 hasta hoy he corrido unos 512 kilómetros. Una mierda para lo que estaba haciendo el año pasado. Me amparé en el mal tiempo que hizo todo el invierno y falté muchos días, incluso he llegado a tener parones de quince días, los que seguís este blog habéis leído hasta la saciedad mis quejas y lamentos. Sigo corriendo, por supuesto, pero he decidido no quemarme al menos hasta septiembre, cuando empiece la temporada de carreras y haya que darle caña. 
 ENTRENAMIENTO CRUZADO:Un buen talón de Aquiles el mío. Mucho trabajar el tren inferior de mi cuerpo y complementar con bici y paseo, que he seguido haciéndolo con cierta regularidad, pero para el superior he seguido sin hacer nada, hasta ahora, ojo, que ha llegado el calor y me he tirado de cabeza a la piscina, nunca mejor dicho. En el próximo post os contaré mis coqueteos con la natación. Ya adelanto que soy mala de solemnidad, se me da todavía peor que el running. Tengo los brazos llenos de agujetas, por cierto. 
 CARRERAS: Muy contenta. He vuelto a hacer todas las del año anterior e incluso alguna más: una San Silvestre de 7,7 km, tres diez miles y cosas pequeñas de cinco y cuatro kilómetros. En todas he bajado los tiempos. Estoy especialmente satisfecha con los diez mil, he bajado diez minutos desde el año pasado. Incluso he ganado una medalla, fue en una carrera escolar, pero gané, al fin y al cabo.
 ESTADO FÍSICO: Bueeeeeno, relativamente contenta. Calculo que he ganado unos tres kilos de masa muscular en detrimento de la grasa, pero ya advierto que no he adelgazado ni un maldito gramo. Me mantengo en mi peso sin necesidad de hacer sacrificios en la mesa y mis piernas parecen cables de acero, pero lo que es adelgazar, nada de nada. En cuanto a mi frecuencia cardíaca, he bajado unas diez pulsaciones en reposo y mejorado el ritmo de carrera. El año pasado a 160 pulsaciones corría a 7'40"-7'30" el kilómetro, ahora lo hago a 7'10", más o menos, y aguanto una carrera de diez kilómetros a 180 pulsaciones e incluso un poco más. Pero de ahí a poder correr los diez mil a 6', mejor irnos olvidando de momento. También fumo menos. 
 LESIONES: Afortunadamente, ninguna, pero he tenido muchísimas más molestias que el año pasado: pinchazos en la rodilla izquierda que insinúan un menisco tocado, dolores en el tobillo y en la planta del pie, dolor de ciático tras carreras largas. Es el precio que hay que pagar por el alto impacto.
 COLEGUEO: He conocido a mucha gente gracias a la página de facebook, tanto runners que están empezando como corredores casi profesionales. Este año se han añadido runners como Nuria, Carme, Fran, Esther, Antonio, Iván y unos cuantos más, perdonadme pero imposible acordarme de todos los nombres. Compartimos experiencias, consejos y nos damos ánimos unos a otros, que esa es la parte buena de las redes sociales.
RETOS: Pues visto lo visto, casi que ni me atrevo a decir nada. El año pasado me impuse el de llegar a correr los 10 km en una hora y me he quedado corta por siete minutos, así que no digo ná de ná. Me gustaría empezar a nadar como complemento un día a la semana y, desde luego, seguir yendo a carreras populares. Por lo de pronto, este verano me he propuesto tomármelo con calma chicha para no acabar sobreentrenada como el año pasado, y en septiembre empezará la fiesta. ¿Os apuntáis?

Y por último diré que este año no hay regalo de cumpleaños. Estamos en crisis y no me he portado bien. ¡Hala! Hasta el mes que viene, queridos vaguetes. Un besazo y seguid quemando suelas.

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