miércoles, 7 de marzo de 2012

PROTOTIPOS DE RUNNERS MORGANIANOS








Imagen cortesía de blogearporblogear.blogspot.com
Lo bueno de correr a uno por hora es que a uno le da tiempo de fijarse en casi todo lo que le rodea, desde el paisaje hasta las personas. Corriendo casi siempre por el mismo sitio el paisaje llega a hacerse cansino, pero la gente no. Es inevitable fijarse en el estilo que tienen otros corredores, independientemente de la velocidad que lleven,  y compararte con ellos. Teniendo en cuenta que muchos corren a su bola sin entrenador que corrija sus posturas, hay un amplio abanico de tipos. Así que me he permitido hacer un listado un tanto humorístico con los que más me han llamado la atención, y etiquetarlos. Por supuesto, mi penoso estilo entra dentro de alguna categoría, como no podía ser de otra manera.
1. El corredor pavipollo: es el que lleva los brazos tan altos, tan a la altura del pecho, que parece un pollo a punto de salir volando. Una cosa es segura: no padece de las cervicales, porque a la larga eso tiene que contracturar.
2. El corredor rompehuevos: se lo llamo a los que llevan los puños apretados. Dicen los manuales que hay que llevar las manos en una postura que parezca que llevas dos huevos, pero sin llegar a romperlos. Bien, pues estos hacen una fuerza que te hacen desear no ser nunca presentada, por si te estrujan.
3. El corredor Pedropicapiedra: a esa categoría pertenezco yo. Son los que corren a pasitos cortos, y parecen Pedro Picapiedra cogiendo carrerilla en el boliche. Si ya lo hacen de puntillas, la analogía es completa.
4. El corredor Billy Elliot: justo lo contrario, es el que corre con una zancada tan amplia que parece que está en el plató de "Flashdance". Me producen envidia insana. Mucha.
5. El corredor sillón-ball: son los que corren con el culo, es decir, con la cadera baja, como si estuvieran sentados. Yo también entro en esa categoría. Parecen siempre cansados y como que arrastran salva sea la parte porque les pesa.
6. El corredor entro en meta: lleva el cuerpo tan echado para delante que parece esprintar todo el tiempo, como si estuviera deseando acabar.
7. El corredor vergonzoso: es el que se mira los pies mientras corre. Fatal para el cuello, oiga.
8. El corredor paseo de la fama: también pertenezco yo a ese tipo, mira por dónde. Levantan tan poco los pies que parece que quieren dejar la huella en el paseo. La del pinrel, of course. Hacen bien, así cuidan sus articulaciones.
9. El corredor Heidi: corre dando saltitos, como si fuera la persona más feliz del mundo. Como la susodicha triscando con sus cabritas.
10. El corredor conejo blanco: al igual que el personaje de "Alicia en el país de las maravillas", va mirando continuamente el reloj. También me incluyo. En mi caso, el pulsómetro por si me muero y no me entero.
Supongo que esta lista puede ser mucho más completa, dependiendo del buen ojo y la mala leche del observador. Y, como dije aplicándomelo a mí misma, uno puede pertenecer a varias categorías a la vez. ¿Tú estás en alguna?

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